Lo que en su momento fueron grandes edificaciones, que hacían vida en la ciudad de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, y necesitaron de una gran inversión, con el pasar de los años, el olvido y falta de mantenimiento de muchas han llegado a convertirse en un problema para el progreso de la ciudad.
Edificios importantes, tanto comerciales, como públicos, que tuvieron en tiempos gran protagonismo en el municipio Sotillo, ahora se deterioran ante los ojos y vista despreocupada de propios y extraños.
Estructuras empresariales, clínicas y cadenas de tiendas
En la avenida municipal, se encuentra un edificio de gran envergadura, que tiene unos 20 años sin actividad constante. Se solía usar como centro empresarial, con oficinas y bancos. En estos momentos, comienza a verse movimiento por parte de algunos individuos de querer invadirlo.
Otro de ellos, está ubicado en la avenida 5 de Julio, llamado “Débora”. El edificio funcionaba como una clínica en los 2000, luego cerró sus puertas declarándose en quiebra hasta la fecha actual que permanece la estructura abandonada.
Por otra parte, la crisis también ha afectado a cadenas de tiendas nacionales, como es el edificio de la conocida tienda Dorsay. Ahora es parte de los tantos olvidados, prestándose así para ser el principal punto de encuentro de personas en busca de servicios sexuales en horas nocturnas.
Asimismo, una edificación de la CANTV, que consta de muchas oficinas y sótanos de estacionamiento, esta sin uso en su totalidad. Esto ocurre desde hace más de cinco años.
Deterioro y olvido de Puerto La Cruz
Con el paso del tiempo y el desarrollo de las ciudades, muchas edificaciones que gozaron de gran utilidad en el pasado, como clínicas, bancos, sedes de la administración pública, y cadenas de tiendas, quedaron en el olvido.
¿Los motivos? La falta de uso, problemas económicos, y otros las llevó a ser vandalizadas, e invadidas en la mayoría de los casos.
Estos espacios son en su mayoría una guarida para indigentes, basura y en el peor de los casos terminan siendo invadidos de manera arbitraria por personas sin vivienda que causan desgaste a la vista de la ciudad.
Soledad que contribuye a la delincuencia
La falta de iluminación y poca concurrencia por esos sitios, hacen que se conviertan en el escondite perfecto para robos y prostitución en horas de la noche. Además, la presencia policía es inexistente.
La mayoría de estas construcciones tienen hasta 20 años sin funcionamiento convirtiéndose así en esqueletos que ya son parte del día a día de los transeúntes.
Otras representan un peligro para el puerto cruzano.
